Cómo conservar adecuadamente la miel cruda sin filtrar

¿Te has fijado que hay mieles que parecen más espesas, que no son tan claritas ni tan finas? Muchos me preguntáis si eso es normal. Y sí, lo es. Eso es lo bueno. Esa es la miel cruda, sin filtrar, tal como sale de la colmena. Hoy te explico por qué es así, y por qué a mí me recuerda a cuando era crío y comía panal con mi padre Enrique en el campo. Eso sí era miel de la buena.

Precisamente porque es un producto tan puro, tan lleno de vida, requiere un poco de mimo para que no pierda ninguna de sus maravillas. No es nada complicado, ¡te lo aseguro! Son solo un par de trucos que en La Mielería llevamos aplicando desde que mi abuelo empezó en 1926.

Te voy a contar cómo conservar la miel cruda sin filtrar para que la disfrutes hasta la última gota, manteniendo todo su sabor y propiedades intactos.

El Tesoro en el Tarro: ¿Por Qué la Miel Cruda Necesita un Cuidado Especial?

Antes de nada, tienes que entender lo que guardas en ese tarro. La miel cruda es un alimento vivo, ¡tal cual! A diferencia de las mieles industriales, la nuestra no se somete a altas temperaturas ni a filtrados agresivos que eliminan lo mejor que tiene.

Conserva el polen, las enzimas y todos los pequeños tesoros que las abejas han puesto en ella. Es un producto directo de la colmena, con todo su carácter. Por si quieres profundizar, ya te hablé en otra ocasión sobre qué es la miel cruda sin filtrar y por qué es especial.

Por eso mismo, al ser tan natural, es más sensible a los cambios. Pero no te preocupes, cuidarla es más fácil de lo que parece.

Los 3 Mandamientos para Conservar tu Miel Cruda Intacta 🍯

A menudo me llama gente o nos escribe, y mi hermano Javi o Alicia, que son unos cracks en la atención al cliente, siempre explican lo mismo. Son tres reglas de oro que nunca fallan.

1. El Lugar Perfecto: Fresco, Oscuro y Estable

La miel es un poco como un buen vino: no le gustan ni la luz directa del sol ni los cambios bruscos de temperatura.

• Busca un lugar fresco y seco: Una despensa o un armario de la cocina son ideales. La temperatura perfecta ronda los 18-24°C.
• ¡Nunca en la nevera! El frío acelera la cristalización de una forma un poco basta y, además, puede atrapar humedad al sacarla. No es que se estropee, pero su textura no será la misma.
• Lejos del calor: No la dejes al lado del horno, la vitrocerámica o una ventana donde le dé el sol. El calor excesivo puede dañar sus enzimas y alterar su sabor y aroma.

2. El Recipiente Ideal: ¡Bien Cerrado!

Nosotros en La Mielería siempre usamos tarros de cristal, y no es por casualidad. El cristal es el material más neutro, no transfiere sabores ni olores a la miel.

Lo más importante es que el tarro esté siempre bien cerrado. La miel es higroscópica, lo que significa que absorbe la humedad del ambiente. Si la dejas abierta, puede coger agua, fermentar y estropearse. Mimi, que es un hacha preparando los pedidos, se asegura de que cada tarro salga del almacén de Cocentaina perfectamente cerrado para que te llegue impecable.

3. ¡Mi Miel se ha puesto Dura! ¿Qué Hago? La Magia de la Cristalización

Esta es la pregunta del millón. Abres el armario y ves que tu miel de romero o de tomillo se ha puesto sólida como una piedra. ¡No la tires! La cristalización es la mejor garantía de que tu miel es cruda y pura.

Es un proceso totalmente natural que ocurre porque la miel es una solución sobresaturada de azúcares (glucosa y fructosa). Con el tiempo, la glucosa tiende a formar cristales. De hecho, este proceso es parte de el sabor único de la miel cruda sin filtrar.

Si la prefieres líquida, la solución es muy sencilla:

• Calienta el tarro al baño maría, con el fuego muy bajo.
• Remueve suavemente hasta que recupere su fluidez.
• ¡Ojo! Nunca superes los 40°C. Si te pasas de calor, te cargas las propiedades que tanto nos esforzamos en conservar. Si quieres entender mejor este punto, te recomiendo leer sobre cómo afecta la filtración a la calidad de la miel.

«Al sol el rusc, a l’ombra la mel»: La Sabiduría de Mis Abuelos

En mi casa siempre se ha dicho este refrán valenciano: “Al sol el rusc, a l’ombra la mel”. Significa, literalmente, «La colmena al sol, la miel a la sombra».

Es una lección que resume todo lo que te he contado. Las abejas necesitan el sol para estar activas y trabajar en las flores de nuestros campos, como las de la Sierra de Mariola o el Parque Natural de la Font Roja. Pero una vez que la miel está recolectada, necesita oscuridad y frescor para conservarse perfectamente.

Es una sabiduría popular que honra el trabajo de la naturaleza y del apicultor, y que en La Mielería seguimos al pie de la letra. Al final, guardar bien la miel es respetar cada una de las plantas y flores utilizadas en la producción de miel cruda sin filtrar que nuestras abejas visitan.

Tu Miel, un Tesoro Vivo: Disfrútala Hasta la Última Gota

Como ves, conservar la miel cruda sin filtrar es muy sencillo. Solo necesita un poco de sentido común y el mismo cariño con el que nosotros la tratamos desde la colmena hasta que llega a tu casa.

Si sigues estos consejos, tu miel se mantendrá en perfectas condiciones durante muchísimo tiempo. De hecho, ¿sabías que la miel bien conservada prácticamente no caduca? Te lo cuento con más detalle en este artículo sobre cuándo caduca la miel.

Y si quieres seguir descubriendo los secretos de nuestro trabajo, las idas y venidas a los colmenares o cómo van las cosechas, te invito a que nos escuches en nuestro nuevo podcast «Crónicas del Colmenar». ¡Ahí te lo contamos todo!

Espero que estos consejos te sirvan. Ahora ya sabes que cuidar tu miel es una forma de honrar el increíble trabajo de las abejas.

Si después de leer esto te han entrado ganas de probar un tesoro tan auténtico, te invito a visitar nuestra web para comprar miel artesanal directamente de nosotros, los apicultores. Allí podrás ver todas nuestras variedades y descubrir donde comprar miel cruda de la máxima confianza.

¡Un abrazo fuerte!

Nacho Company