Variedades de miel cruda sin filtrar: descubre sus características únicas

¿Te has fijado que hay mieles que parecen más espesas, que no son tan claritas ni tan finas? Muchos me preguntáis si eso es normal. Y sí, lo es. Eso es lo bueno. Esa es la miel cruda, sin filtrar, tal como sale de la colmena. Hoy te explico por qué es así, y por qué a mí me recuerda a cuando era crío y comía panal con mi padre Enrique en el campo. Eso sí era miel de la buena.

En La Mielería, llevamos desde 1926 defendiendo la miel tal cual la hacen las abejas. Sin atajos, sin procesos que le quiten el alma. Y cuando hablamos de miel cruda sin filtrar, hablamos de la máxima expresión de ese trabajo. Es miel en estado puro, con todos sus matices, su polen, sus pequeñas partículas de cera y propóleo. Es, en definitiva, un trocito de la colmena en cada tarro.

¿Qué es exactamente la miel cruda y por qué es tan especial?

A menudo, mi hermano Javi y Alicia, que están al pie del cañón atendiendo vuestras llamadas y correos, me pasan esta pregunta. Y mi respuesta es siempre la misma: es la miel de verdad, sin trampa ni cartón.

Para que nos entendamos, es la miel que recogemos del panal y, tras un ligero decantado para quitar los trozos más grandes de cera, va directa al tarro. Nada más. No la calentamos a altas temperaturas ni la sometemos a microfiltrados. Si quieres saber más sobre este tema, te recomiendo leer el artículo donde explicamos en detalle ¿qué es la miel cruda sin filtrar y por qué es especial?.

Esto es crucial porque, como te cuento en otro post sobre las diferencias entre miel cruda y miel refinada, los procesos industriales pueden eliminar gran parte de lo bueno. Nosotros creemos firmemente que la filtración afecta a la calidad de la miel y por eso apostamos por un método que conserve toda su esencia. El resultado es un producto vivo, que cristaliza con el tiempo (¡una buenísima señal!) y que guarda la memoria de las flores que visitaron nuestras abejas.

Nuestras 5 joyas sin filtrar: un viaje de sabores por España 🗺️

Cada una de nuestras variedades de miel cruda sin filtrar es un mundo. No solo cambia el sabor, sino también la textura, el color y el aroma. Es como si cada tarro te contara la historia de un paisaje distinto, de unas flores concretas. Aquí te presento nuestras cinco protagonistas:

• Miel Cruda de Azahar: La joya de nuestra tierra. La recolectamos en los huertos de naranjos que rodean Cocentaina. Es suave, delicada, con un perfume a flor de azahar que te transporta directamente a la primavera. De color muy clarito, es pura delicadeza.
• Miel Cruda de Brezo: Para esta viajamos con nuestras colmenas a las montañas del norte de España. Es todo lo contrario al azahar: oscura, potente, con un sabor intenso y notas que recuerdan a la tierra húmeda y al bosque. Una miel con mucho carácter.
• Miel Cruda de Romero: Un clásico de nuestros montes, como los de la Sierra de Mariola. Es aromática, suave pero con personalidad. Su color es ámbar claro y su sabor es un equilibrio perfecto que gusta a casi todo el mundo.
• Miel Cruda de Tomillo: Nos vamos a las laderas secas y soleadas del interior, donde el tomillo crece salvaje. Es una miel de color ámbar, muy aromática y con un sabor intenso, casi especiado, que perdura en la boca. ¡Una de mis favoritas!
• Miel Cruda de Espliego (Lavanda): La recogemos en los campos de Guadalajara y Teruel. Tiene un aroma floral inconfundible y un sabor dulce y persistente. Es famosa por sus propiedades relajantes, ideal para una infusión antes de dormir.

Cada una de estas mieles te ofrece el sabor único de la miel cruda sin filtrar, donde las características de las plantas y flores utilizadas en la producción de miel cruda sin filtrar se notan en cada cucharada.

«Abella en flor, mel al cor»: El secreto está en el origen

En mi casa siempre he oído un dicho valenciano que mi abuelo repetía mucho: “Abella en flor, mel al cor”. Significa algo así como «abeja en la flor, miel en el corazón». Es una forma muy bonita de decir que si las abejas encuentran una buena floración, la miel que producen es de una calidad que te alegra el alma.

Y esa es la clave de nuestro trabajo. No esperamos a que las flores vengan a nosotros. Hacemos trashumancia, movemos las colmenas buscando las mejores floraciones por toda la península. Cada viaje es una promesa de un sabor único. Dejamos que las abejas hagan su magia y luego, con el máximo cuidado, recogemos ese tesoro. Es una labor que exige paciencia y conocer muy bien el campo, pero es la única manera de conseguir una Miel Natural auténtica.

¿Cómo disfrutar y conservar estas maravillas? ¡Consejos de apicultor!

Una de las cosas que más me gustan de la miel cruda es su versatilidad. Su textura, a menudo granulada por la cristalización, es perfecta para untarla en una buena tostada de pan rústico. Las más intensas, como la de brezo, son increíbles con quesos curados. Las más suaves, como la de azahar, endulzan una infusión o un yogur sin enmascarar los sabores.

Un consejo importante: si tu miel cruda se ha puesto dura, ¡no te preocupes! Es la mejor garantía de que es pura. Si la prefieres líquida, caliéntala muy suavemente al baño maría, sin pasar nunca de los 40ºC para no estropear sus propiedades. Guárdala siempre en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa.

¿Te animas a probar la diferencia? Un mundo de sabores te espera

Espero que este pequeño viaje por nuestras variedades de miel cruda sin filtrar te haya abierto el apetito y la curiosidad. Cada una es una experiencia, un reflejo de un paisaje y del trabajo incansable de nuestras abejas y de toda la familia de La Mielería.

Si quieres saber dónde comprar miel cruda y empezar a descubrir estos sabores, te invito a que eches un vistazo a nuestra tienda online. Allí podrás encontrar esta y otras muchas variedades de Miel directa de apicultor.

Y si te has quedado con ganas de más, te animo a escuchar nuestro nuevo podcast «Crónicas del Colmenar» en Spotify, donde te contamos nuestro día a día, cómo van las cosechas y otras muchas historias del fascinante mundo de las abejas.

¡Un abrazo muy fuerte!

Nacho Company