Nuestra miel de castaño no es del norte. Y te cuento por qué.

Si te digo «miel de castaño», es casi seguro que piensas en Galicia o Asturias. Durante muchos años, nosotros también buscábamos allí los mejores asentamientos. Pero el oficio de apicultor es un aprendizaje constante, y desde hace un tiempo nuestra trashumancia tiene otro destino: los castañares de la Serranía de Ronda, en Málaga.

No es un capricho. Nos movemos por pueblos como Pujerra, Igualeja, Parauta, Cartajima o Júzcar, en pleno Valle del Genal. Quizás te suene por el «Bosque de Cobre» en otoño, con sus tonos ocres y rojizos. Lo que no todo el mundo sabe es que ese bosque tiene otra cara en primavera: un verde intenso salpicado por las flores blancas de los castaños, que llenan el aire con un aroma que ya anticipa la miel que vendrá.

Mi padre, Enrique, fue quien me enseñó a valorar el carácter único de esta miel del sur, y hoy es una seña de identidad en La Mielería.

Un sabor con acento del sur

Mucha gente nos pregunta si hay diferencias reales entre la miel de castaño del norte y la del sur. La verdad es que son un mundo aparte. La clave no está solo en el néctar del castaño.

En estos montes de Ronda, su floración se mezcla con la de otras plantas silvestres que crecen a la vez, como el brezo, el madroño o la zarzamora. Esta combinación es la que le da su personalidad:

• Es intensa y con cuerpo, con ese aroma a madera típico del castaño.
• Sin embargo, su amargor es más suave y tiene un punto dulce más equilibrado que las del norte, gracias al néctar de esas otras flores.

Si alguna vez has probado ambas, seguro que notas la diferencia al momento. Hace tiempo escribimos una guía para diferenciar la miel de castaño de otras mieles oscuras, por si tienes curiosidad.

Una cosecha que se juega en pocas semanas

Recuerdo a mi padre revisando las colmenas en pleno monte. Siempre me decía: “Nacho, aquí la abeja trabaja distinto. Hay que tener paciencia y saber leer el tiempo”. Tenía razón. La floración del castaño es muy breve, apenas unas semanas entre finales de mayo y junio.

Es un momento crítico: si llueve mucho o aprieta un calor seco, se pierde gran parte del néctar y la cosecha de ese año puede ser mínima. Por eso, en nuestra familia siempre hemos aplicado una idea muy simple: el mejor producto es el que menos se toca. La miel la extraemos por centrifugado en frío, un método mecánico que separa la miel de la cera sin más, para que llegue al tarro tal como estaba en el panal.

Es una miel con una gran riqueza en minerales, una de sus características más conocidas. Aquí puedes leer un poco más sobre por qué la miel de castaño es tan valorada.

¿Qué significa eso de «miel cruda»?

Todo lo que envasamos en La Mielería es miel cruda. Es un término que se oye mucho, pero para nosotros significa algo muy sencillo: no la calentamos ni la pasteurizamos. La envasamos tal como sale de la colmena, conservando todas sus propiedades, enzimas y sabor.

Una miel cruda de castaño tiene una textura densa y un sabor lleno de matices. Es simplemente miel, sin trampa ni cartón.

Por cierto, es fantástica para cocinar. Aquí tienes algunas ideas de usos de la miel de castaño cruda en la cocina.

De la colmena a tu casa, un trabajo en familia

Como ves, esta miel de castaño es el resultado de un viaje y de una forma de trabajar que hemos mantenido durante generaciones. Cada tarro que sale de nuestro almacén en Cocentaina lleva el esfuerzo de toda la familia.

Mi hermano Javi se encarga de que todo pedido se gestione con una sonrisa, y Mimi lo prepara con un cuidado que parece que envuelve regalos en lugar de paquetes. Somos un equipo pequeño que le pone mucha pasión a esto.

Espero que ahora entiendas un poco mejor qué tiene esta miel. Si te apetece probar un sabor con historia y sin adornos, puedes comprar nuestra miel online.

Y si quieres estar al día de las cosechas y otras cosas de nuestro trabajo, hemos empezado un podcast en Spotify que se llama «Crónicas del Colmenar». ¡Anímate a escucharlo!

Un abrazo fuerte,

Nacho Company