Cómo hacer turrón con miel casero: Receta paso a paso

¿Sabes ese momento en que tu madre te daba un trozo de pan con miel y parecía el mejor dulce del mundo? Pues eso es lo que me viene a la cabeza cada vez que alguien me pregunta por la miel cruda. No es una moda, ni algo nuevo. Es volver a lo de antes, a lo que ya funcionaba. Hoy te explico por qué la miel cruda sin filtrar es tan especial… y por qué muchos la prefieren tal cual sale de la colmena.

Y esa misma sensación de autenticidad, de volver a las raíces, es la que quiero compartir contigo hoy, pero con algo muy nuestro, muy de esta tierra: el turrón.

Aquí, cerca de Cocentaina, el turrón es más que un postre navideño; es un ritual, un olor que nos anuncia que llegan las fiestas. Muchos pensáis que es algo complicadísimo, pero te voy a contar un secreto: con buenos ingredientes y un poco de cariño, puedes hacer en casa un turrón de Alicante que dejará a todos con la boca abierta.

Así que, ¡vamos al lío! Te voy a contar no solo la receta, sino los trucos que he aprendido en casa, de mi padre Enrique, para que te salga de maravilla.

¿Qué necesitas para un turrón de Alicante perfecto? ¡Menos de lo que crees!

Lo primero y más importante, como en todo lo que hacemos en La Mielería, es la calidad de la materia prima. No hay atajos para conseguir un buen resultado. Si la almendra es buena y la miel es pura, el éxito está casi asegurado.

Para un turrón de tipo Alicante (el duro), necesitarás:

• Almendras crudas: Unos 300 gramos. La variedad Marcona es la reina para esto, pero si no la encuentras, una buena almendra cruda y repelada servirá.
• Miel 100% natural: Aquí está el alma del turrón. Unos 150 gramos. Más abajo te cuento cuál me gusta usar a mí.
• Azúcar: Unos 100 gramos.
• Clara de un huevo: Mejor si es de gallinas camperas, ¡se nota la diferencia!
• Obleas: Dos láminas finas para la base y la parte superior.

Fíjate que con cuatro cosas básicas se hace la magia. Lo importante es que sean de la mejor calidad posible. Una buena miel lo cambia todo, le da el aroma, el dulzor y esa textura que engancha.

Manos a la obra: Mi receta familiar de turrón casero, paso a paso

Ponte el delantal, que empezamos. Verás qué fácil y qué gratificante es.

1. Tostar las almendras: Este paso es fundamental. Pon las almendras en una bandeja de horno, sin que se amontonen, a 150ºC. Ve moviéndolas de vez en cuando para que se doren por igual. Tardan unos 20-30 minutos. Tienen que coger un color doradito y oler de maravilla. ¡Cuidado que no se quemen! Una vez listas, resérvalas.
2. Preparar el caramelo de miel: En un cazo, pon a calentar a fuego bajo la miel y el azúcar. Mi padre siempre decía: “Nacho, aquí paciencia, que la miel no quiere prisas”. Tienes que remover constantemente con una cuchara de madera hasta que el azúcar se disuelva por completo y tengas un caramelo líquido y homogéneo. Si tienes un termómetro de cocina, el punto ideal es sobre los 140ºC.
3. Montar la clara a punto de nieve: Mientras se calienta el caramelo, monta la clara a punto de nieve bien firme. Este es el truco para que el turrón quede blanco y crujiente.
4. La mezcla mágica: Aquí viene el momento clave. Con mucho cuidado, vierte el caramelo caliente en forma de hilo fino sobre la clara montada, sin dejar de batir a velocidad baja. Verás cómo la mezcla se vuelve densa y blanquecina. Sigue batiendo unos 10 minutos hasta que la masa se temple y se ponga dura.
5. Añadir las almendras: Cuando la masa esté lista, retírala del fuego (si la tenías en un baño maría) y añade las almendras tostadas. Mezcla bien con la espátula hasta que estén repartidas de forma uniforme.
6. El moldeado final: Prepara un molde rectangular (una caja de madera o un tupper forrado con papel de horno vale). Coloca una oblea en la base, vierte la masa del turrón encima, aplástala bien para que quede compacta y cúbrela con la otra oblea. Ponle algo de peso encima y déjalo reposar un mínimo de 24 horas en un lugar fresco y seco para que se asiente.

¡Y ya está! Pensat i fet, como decimos por aquí. Tienes tu propio turrón artesanal.

«Abella en flor, mel al cor»: Elige la miel correcta 🐝

Hay un dicho valenciano que en mi familia siempre hemos tenido presente: “Abella en flor, mel al cor”. Significa que si la abeja encuentra una buena flor, la miel que produce es tan buena que «alegra el corazón». Y con el turrón pasa lo mismo. La miel es el corazón de la receta.

¿Cuál usar? Mi recomendación personal es la Miel de Romero. Es la clásica, la que le da ese aroma floral y suave que caracteriza al turrón de Alicante. La nuestra, de las colmenas que tenemos en la Sierra de Mariola, es un espectáculo.

Otra opción fantástica es la Miel de Mil Flores, que le da un toque más complejo y sorprendente. Cada cucharada de miel es un mundo de matices, y eso se refleja en el resultado final. Si quieres entender mejor por qué cada miel tiene un color y un sabor distintos, te recomiendo echar un vistazo a este artículo sobre La Magia de la Miel en Colores y Sabores.

Tu cocina huele a Navidad: ¡A disfrutar de la creación!

Cuando cortes el primer trozo y escuches ese «crac» tan característico, entenderás por qué merece la pena. Es el sonido de la tradición, del trabajo bien hecho y del sabor auténtico. Es algo que en La Mielería llevamos haciendo desde 1926: cuidar cada detalle para ofrecer algo único.

Espero que te animes a probar la receta. Es una forma preciosa de conectar con nuestras tradiciones y de llenar la casa con olores que son pura felicidad.

Y si quieres seguir conociendo nuestro día a día, cómo van las cosechas o simplemente escuchar historias del colmenar, te invito a nuestro nuevo podcast «Crónicas del Colmenar». ¡Nos lo pasamos genial grabándolo! Puedes escucharlo aquí en Spotify.

Por supuesto, si te falta el ingrediente estrella, te invito a visitar nuestra Tienda de Miel, donde encontrarás la mejor Miel 100% Natural para que tu turrón sea inolvidable. Mi hermano Javi y Alicia en la oficina, o Mimi en el almacén, se encargarán de que te llegue todo perfecto.

¡Un abrazo muy dulce!

Nacho Company.